Este es el momento del sentido cívico: tenemos el deber de evitar la propagación del coronavirus y respetar algunas reglas de profilaxis higiénica. Entre estas, es esencial mantener tus manos siempre limpias. Pero lavado tras lavado, la piel tiende a “agrietarse” y se produce una especie de descamación. Esto último no afecta tanto el dorso de las manos, sino la palma.
Esta desagradable consecuencia también puede causar daños más graves, haciendo que la piel de las manos sea demasiado sensible. Por lo tanto, es necesario tomar decisiones cuidadosas con respecto a los jabones y cremas y también tomar otras pequeñas precauciones, como usar agua tibia o fría, nunca demasiado caliente, porque daña más la epidermis.
Es esencial elegir jabones artesanales hechos con sustancias absolutamente naturales. Un ejemplo es el jabón de Alepo, que tiene la consistencia de una crema y es delicado, purificador y antiséptico, excelente también cuando se combina con aceite de argán. También son adecuados los jabones naturales con cítricos u otras plantas como rosa, malva, lavanda, sándalo, edelweiss o lirio de los valles.
En cuanto a la crema de manos, es poco útil ponérsela durante el día, ya que se quitará después de un corto plazo de tiempo, mientras que es absolutamente necesario aplicarla durante la noche. También en este caso es necesario elegir cremas naturales, artesanales, que garanticen la calidad y fiabilidad de los ingredientes sin recurrir a sustancias agresivas. Se recomiendan especialmente las cremas de aloe vera, aceite de oliva virgen extra y aceite de almendras. En casos severos, la baba de caracol o las cremas de mirra son efectivas, lo que ayudará a que la piel se regenere rápidamente.